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jueves, 28 de julio de 2011

Ryger Stone: La espada Fantasma: Cap. II: La persecución en el valle.

Capítulo II: La persecución en el valle.
         _ ¡Ryger! ¡Hijo!_. No se como, pero podía escuchar voces, e inconfundible mente era la de mi padre. Parecía que lloraba, después escuché la voz de Slu. Gritaban de igual manera. Era todo muy extraño, podía escuchar, pero no lograba ver, y aun así, las voces que oía, se escuchaban con un profundo eco. Después de un momento de trance, pude abrir los ojos.
     Pero no estaba en donde se suponía que debía estar, tal vez en el suelo escupiendo agua, o en alguna casa con una sabana encima. Supuse que estaba muerto, pues me puse en pie, y ante mi vista había un enorme valle verde, colorido y lleno de vida, me pareció familiar, como si lo hubiera visto antes, luego, escuché un trueno que me asustó, volví a cerrar mi ojos, y al abrirlos ya no estaba en el bonito valle; ahora estaba en un lúgubre cementerio, el cielo estaba gris y llovía sobre mi cabeza, dejé de escuchar voces. Podía caminar, avanzaba entre las tumbas, las estatuas y las flores marchitas, volví a mirar al cielo y el sol estaba opaco, iluminaba pero sin intensidad,  las nubes parecían humo, llegué a una parte en donde solo había tierra, supusé que era terreno para nuevas tumbas. Más adelante había un hoyo, y vi a un cavador de tumbas, con una capucha negra y una pala de oro, estaba cavando profundo.
     Esperen, eso no es un cavador…
_ ¿Puede decirme en donde estamos?_. Dije temeroso. En ese momento el que cavaba se detuvo, se erguió y movió lentamente su cuello, luego la pala se convirtió en una oz del mismo material, supe entonces que estaba ante la muerte. Muchas culturas veían a la muerte como un esqueleto con una oz, pero estaban equivocados, la muerte era diferente para cada quien, por que al darse la vuelta, parecía un espectro sin forma, aunque con los ojos rojos, justo como los que había visto cuando me ahogué, yo retrocedí con mucho miedo, una ráfaga de viento sopló y abrió la capucha de la muerte. En su cuerpo se reproducían imágenes de mi vida: mi nacimiento, mis primeros pasos, mis hermanos molestándome y yo sentado en la biblioteca. La muerte cerró su capucha  y la miré.
     _No soy mala_. Dijo apuntándome con su oz. _Solo soy una herramienta para que cuando sea el tiempo, entres victorioso a tu nuevo hogar_.
_ ¿Nuevo hogar?_.
_ Hoy has tenido una segunda oportunidad, y probablemente la última, arregla tu vida, y vístete para tu celebración_.
_ ¿De que hablas?_. Yo no entendía nada de lo que la muerte hablaba, luego el espectro, copió mi forma y figura, éramos idénticos solo que la muerte seguía con su capucha y los ojos rojos.
_ Tu tocaste esa espada, ¿verdad?, te tentó y la tocaste_. Preguntó. _Has separado tu corazón en dos,  y la otra mitad, te quiere condenar.  
_ ¿No se supone que debes matarme?_. Le dije con la expectativa de morir.
_Tienes una idea equivocada de lo que es la muerte, yo no mato, solo sigo ordenes y entrego la mercancía al Trono_.
_ ¿Trono?, ¿Qué Trono?_.
_Es muy pronto para que lo sepas, pero llegará su tiempo, solo sigue tu camino, y entierra tu otra mitad. Por ahora, ¡escupe!_. La muerte extendió su mano y me empujó, volaba en reversa a velocidades extremas, todo se volvió cristalino, luego un destello se impactó en mi cara y escupí agua.
      Ya no estaba en ese lugar tan extraño, estaba en los brazos de mi padre que lloraba amargamente, y a un lado se encontraba Slu.
     _T-tranquilos, estoy bien_. Estaba “despertando”, parecía somnoliento.
_ ¡Hijo! estás vivo_. Dijo mi papá soltando una lágrima sobre mi pecho.
_Si papá, estoy aquí para ti_. Tanto tiempo de rechazo de parte de mi padre, y en un solo momento una lagrima de parte de él, estremeció mi corazón.
_Hijo, te amo_. Dijo mi papá abrazando mi debilitado cuerpo. Yo le respondí de la misma manera y poco a poco me levanté.
_Que gusto verte de nuevo Ryger_. Habló Slu.
_Lo mismo digo, viejo­_. Me le acerqué y me dio una palmada.
_Slu, ¿Qué fue exactamente lo que pasó?_. Mi mente estaba muy confusa, no sabia si estaba soñando, si estaba despierto, o si seguía muerto.
_No lo se, muchacho. Estábamos planeando la visita a la biblioteca subterránea, estabas cerca del rio, entonces, algo salió del agua, y trató de ahogarte, quise jalarte pero, algo me lo impidió_.
_Slu, esa cosa me ahogó_.
_Eso es imposible, porque estas vivo_. Dijo papá.
_ ¡No!, no lo entienden, morí papá, morí por un momento y vi a la muerte, me dijo algo sobre estar bien vestido y sobre una celebración.
_De seguro estas alucinando_.
_ ¡No padre!, Slu, la Muerte dijo algo sobre la espada que encontré, que mi corazón se dividió en dos y mi otra mitad me quiere destruir, tienes que creerme_. Luego que dije eso, hubo una pausa, Slu quedó boquiabierto y con los ojos expandidos.
_No lo puedo creer_. Slu habló preocupado, y se tapó la boca con las manos.
_ ¿Qué sucede Slu?_. Pregunté pensando que era algo malo.
_No lo puedo decir aquí, ni ahora_.
_ ¿De que se trata?_.
_No Ryger, solo, quiero comprobar algo, pero… por ahora no. Descansa, mañana te veo de nuevo en la biblioteca a primera hora, pasillo numero 13_. Terminó Slu.
_De acuerdo_. Tosí un poco, luego el anciano salió de la casa.
_ ¿Que pasa Ryger?_. Preguntó papá.
_Créeme que no tengo ni la menor idea_. Contesté, me sacudí el pelo y caminé un poco. _Papá, gracias_.
_Hijo, de todos tus hermanos, a ti es al que mas amo_.
_ ¡¿Qué?!_.
_Todo éste tiempo he tratado de que aprendas a vivir en un mundo duro_.
_ ¿Y para qué?_.
_Porque estoy seguro de que harás cosas grandes, y las harás en un mundo injusto y cruel_.
_ ¿Y por qué a mis hermanos no les has enseñado de  ésta manera?_.
_Porque tus hermanos, jamás pasaran de ser unos granjeros_.
     Ese día, el concepto que tenía de mi papá, cambió por completo, lo abracé y lloré de felicidad, al fin, encontré algo que llevaba mucho tiempo buscando.
_Al igual que tu madre, tienes ese corazón valiente, sensible y determinado_.
_ ¿De verdad?_.
_Hijo, desde niño demostraste que eras diferente, por eso te preparé para que aguantaras cosas duras de la vida, como el rechazo, la indiferencia, y una que otra cosa que hacen a tu corazón débil, aun no estoy seguro para que estas hecho, pero desde que naciste, mi mundo quedó impactado con tu singularidad_. Reí de gusto. De tantos tesoros en la vida, ese momento es de los que mas amo.
_Bueno,  basta de cursilerías, ¡a dormir flojo!_.
_ ¡Si señor!_. Sonreí y me despedí de mi papá como un soldado, enseguida, me dirigí a mi cuarto. Me sorprendió que mi papá hablara de mamá, me pareció muy maduro de su parte que tras 8 años de la muerte de ella, pudiera hablar como un recuerdo que dejo buenas secuelas, pude dormir como nunca esa noche.
     Volví a levantarme temprano, Slu me dejó en suspenso, y tenía que averiguar la razón por la cual el viejo se estremeció. Cuando entré en la biblioteca, busqué al viejo en el pasillo que me dijo: pasillo 13, “leyendas, mitos e historias antiguas”, Slu estaba allí, sentado en el piso como un adolescente haciendo tarea.   
     _Bueno Slu, aquí estoy, ¿que tienes que mostrarme?_. Slu se asustó cuando le hablé, luego se tranquilizó y dijo en voz baja:
_Muchacho, me temo, que estas en grandes problemas_.
_ Y ahora ¿Qué?_.
_Esto se trata de tu vida, hijo. La espada que encontramos es una espada malvada_.
_Las espadas son solo espadas, Slu_.
_Bueno, según esta historia no Ryger, escucha:
“La historia de EFE, el Forjador Diabólico”.

Hace no mucho tiempo, en una tierra no muy lejana, existió un hombre enamorado, un hombre entregado al amor de su vida: la forja, amaba el calor de su yunque, la fuerza de su martillo, y las creaciones que salían de sus manos: bellas piezas de guerra, dignas de un guerrero valiente y determinado.
     Pero una vez, el amor le jugó traición…
Una hermosa mujer entró a su negocio solicitando un arma de adorno para una lápida, la cual sería dedicada a su difunto esposo que había sido soldado. El corazón del forjador quedó marcado con el luto de la bella mujer. De inmediato  consiguió material para elaborar la pieza; puso todo su empeño y esfuerzo en la creación de la espada, sin embargo, el quería que esa espada fuera especial, y le dijo a la mujer que tardaría mucho tiempo. La mujer vio un buen corazón en el forjador y no le importó el tiempo que llevaría en crear el arma, incluso si el luto terminaba, ella tomaría el arma a su debido tiempo, pues el hombre prometió a la mujer que no le cobraría un solo centavo, una sonrisa de parte de ella, sería el precio ideal.
     El forjador seguía dando forma y detalle a la espada, y pasó el tiempo, dos temporadas para ser exactos, llegó el otoño y la mujer dejó su luto, se olvido del dolor por la muerte de su esposo pero no de la espada. Visitó de nuevo al forjador para reclamar la espada, y el hombre contestó que no estaba terminada, la mujer de nuevo miró un buen corazón en el forjador, y le pidió que extendiera su mano, para tocarlo y decirle algo:
     “Eres un hombre hermoso y de buen corazón, aun me cautivas más que mi esposo”.
El hombre se impactó por las palabras del  cliente, y respondió con un:
     “Toda mi vida se ha tratado de metal, armas y fuego, fundir mi corazón con el tuyo, sería un sueño”.
La mujer asintió, y quedaron enamorados el uno, del otro, era un amor intenso pero prematuro.
     Un día, el forjador enfermó y la viuda buscó a un médico que aliviara a su amor, desgraciadamente, la mujer puso su ojo en el médico y lo atrapó con una mirada tierna. El médico, quedó esclavizado bajo la belleza de aquella señora.
     El forjador se dio cuenta de lo que había entre Discordia, la mujer y Ogpe, su mejor amigo y médico, entonces decidió terminar la espada prometida, justo como la relación con Discordia. La noche que el forjador terminó la espada estaba lloviendo, había una gran tormenta fuera de la casa del hombre. Esta vez con todo su odio y desprecio, forjó el arma, escribió una leyenda sobre la espada y la maldijo.
_ ¡¿Como te miras ante tus ojos?! ¡Sufre por lo que me hiciste, Discordia!_. Gritando al aire, el hombre pronunció esas palabras, y escribió una nota en pergamino, luego, la amarró con un cordoncito de oro a la espada. Al terminar los preparativos, sacó la espada de su casa y la enterró en la tierra, después el hombre entró de nuevo a su casa, y le prendió fuego, con él dentro.
     Días después, la noticia de la muerte del forjador llegó a Discordia, y ésta fue a visitar los restos de la casa de su antiguo amante acompañada por Ogpe. Encontró pues, la espada clavada en la tierra, y la nota que decía:
“Aquí yace la espada de tu difunto esposo, junto con mi alma, la promesa se cumplió, termina lo que empezaste. EFE.”

Discordia desenterró la espada, la empuño y la llevó a la tumba de su primer hombre. Desde ese día, nunca se volvió a ver a la extraña mujer, lo último fue, esa bella espada yaciendo en la lápida del “primer hombre”.
     Se dice que la espada maldita, consumió a la mujer cuando ésta la tocó, es por eso que el arma fue llamada, La Espada Fantasma.
     Hasta ahora, todo esto es solo una historia, por que la espada, nunca ha sido vista, y en la lápida del primer hombre, solo yace una espada de piedra.

_Y allí termina la historia_. Dijo Slu cerrando el libro que sostenía.
_No le entendí_.
_Chico, esto es algo serio_.
_ ¿Por qué?, ¿solo porque la descripción se parece a la espada que encontré?, es pura casualidad_.
_Te equivocas Ryger, ésta historia la escuchaste por primera vez aquí, pero es una historia antigua muy famosa, y el hecho de que encuentres la espada de la historia es una maldición, algo mortal_.
_Pero no son exactamente iguales, la leyenda no habla nada sobre la serpiente en la espada, y mi espada la tiene, ¿eso qué le dice?_.
_Que tiene un simbolismo. En culturas antiguas, la serpiente era representación de la discordia, como acto de separación entre hermanos. Además, en la leyenda hay una frase que está escrita en tu espada: “¿Cómo te miras ante tus ojos?” o algo así_. Slu tenía razón, eso si coincidía, entonces temí y como manifestación puse mi mano en mi frente.
_ ¿Qué sugieres que haga?_. Pregunté al sabio.
_ ¡Huye!_.
_ ¿Pero a donde?_.
_A donde sea, pero que la maldición de la espada no te alcance_.
_ ¿Eso que significa?_.
_Que cosas terribles te sucederán si la maldición te toca_.
_Exactamente, ¿Qué me pasará?_. Slu buscó en otros libros que tenía a la mano.
_Este texto describe a la maldición de la espada como una división del interior, esa división se convertirá en cacería cuando madure, la otra mitad de la victima irá tras la parte esencial, después la matará con una presencia fantasmal alrededor de ésta. Es como un suicidio no deseado_.   
_Y… ¿Qué se supone que debó hacer para romper la maldición?_.
_Eso es lo que me preocupa, aun… no he encontrado nada_. Pude ver que el hombre con los libros tenía una cara de angustia, luego, yo bajé la mirada.
_Aunque…_. Oí al anciano y volví a levantar la vista, esperando lo siguiente. _Se dice que cuando un corazón se divide, debe ir a la Tierra de los espejos, y enterrar a su otra mitad_. Lo último lo había escuchado antes.
_Eso me lo dijo la muerte_.
_ ¡¿Te habló?!_.
_Si, no era como pensé, ni como dicen_.
_No te distraigas chico, podemos evitar una tragedia, ¿que fue lo que te dijo?_.
_Eso, lo de enterrar a mi otro yo_.
_ ¡Vaya!_.
_Pero, ¿Cómo se supone que enterraré a mi otro yo, si cuando me alcance moriré?_.
_Tal vez lo de “enterrar” signifique algo_.
_Pero ¿Qué?_. Obviamente, yo estaba preocupado.
_Aun no lo sabemos, por ahora, lo único que queda es viajar a el Este, hacia la Tierra de los espejos_. El viejo terminó de hablar.
     Desde chico había escuchado historias sobre la Tierra de los Espejos, aunque siempre pensé que era un mito, tal vez yo vivía muy lejos de tal lugar, pero como dijo Slu: sería cuestión de tiempo para averiguar completamente  lo que ocurría.
_Prepararé mi equipaje_. Le dije al viejo y corrí a la casa.
     Encontré a mi papá en la cocina, y le dije lo que ocurría, obviamente de primer instante no me creyó.
_Papá, no tengo tiempo para tus incredulidades, si no quieres creerme, bien, pero mi vida esta en peligro y tengo que ser rápido_. Me sentí mal por la manera en que le hablé, pero no había más opción.
_Hijo, yo creí que lo que había pasado anoche te mantendría cerca de mi_. Mi papá habló con una voz que parecía que se iba a quebrar.
_Padre, agradezco tanto lo que hiciste, me hubiera gustado que el problema en el que estoy, no se hubiera atravesado. Pero créeme, eso que me dijiste ayer, me volvió mas fuerte y me dio una razón para seguir aun cuando mi vida esta en peligro. Si algo me pasa…_. Papá rompió en llanto. _Quiero que sepas que siempre te amé, no importando el trato que me diste, al fin y al cabo, ayer me di cuenta que era para mi bien_. Le sonreí con una lágrima en mi ojo, no podía creer que era el primer día con mi “nuevo” padre y solo lo disfruté unas horas. Me tuve que resignar, pero para que hubiera un bonito recuerdo de ese día, lo abracé y el me respondió igual, supe que estaba preparado para dejar mi hogar y avanzar a lo siguiente.
     Lo que pasó segundos después, impactó mi vida, aun lo recuerdo claramente: estaba a punto de pisar el exterior de mi morada, y mis hermanos me esperaban afuera, como una salida triunfal, dos a cada extremo de la puerta, me detuve por lo impactante, luego volví a caminar, yo simplemente no lo podía creer.
     _ ¡Suerte hermano!_. Gritó Damián, volteé y nos reímos a distancia, entonces corrí con una sonrisa de oreja a oreja hacia la casa de Slu. Sin duda, esa mañana estuvo llena de sorpresas.
     Llegando con Slu, el viejo esperaba en su jardín con Aquiles a su lado, lo acarició y le habló al oído.
     _Bueno, ¿nos vamos?_. Pregunté
_Creo que no estoy en condiciones para un viaje de tal magnitud, muchacho, tendrás que ir solo_.
_ ¡¿Qué?!... ¿Quiere decirme que después de todo esto iré sin usted?, ¡ni siquiera se a donde ir!_.
_Tampoco yo, pero te daré las primeras referencias_.
_ ¿Que referencias?_.
_Primero, ¿Qué traes en tu bolsa de viaje?_.
_Pues, no me cupo mas de 3 panes, 4 manzanas y 2 pescados_.
_Estas bromeando, ¿verdad?_.
_No, es enserio_. Respondí con una expresión de preocupación, y el viejo se golpeó la frente con su palma en señal de desaprobación.
_Estas olvidando lo básico_. Dijo, luego sacó una bolsa de viaje mucho más grande que la mía. _Toma esto, mete tu comida_.
_Entonces, ¿Qué es lo básico?_. Pregunté.
_Oh si_. Slu entró a su casa y sacó una hoja con muchos dobleces. _Toma_.
_ ¿Qué es?_.
_Ábrelo_.
     De inmediato lo hice, pero me costó algo de trabajo; estaba muy bien doblado, después de unos 10 des dobleces encontré una enorme hoja de pergamino.
_ ¿Un mapa?_.
_Dijiste que no sabias a donde ir, esto te guiara_.
_Bueno, ¿y para donde queda el Este?_. En el mapa gigante, muy al extremo derecho aparecían impresas unas letras pequeñas que decían “Tierra de los Espejos”, según el mapa, hacia el Este era la dirección que llevaba a tal lugar, aunque de por medio habían muchos lugares que atravesar.
_Sabía que preguntarías algo así, por eso, conseguí esto_. Slu me enseñó una brújula. _Tu ya sabes como funciona, chico_. Luego puso el artefacto en mi mano.
_Bien, el Este queda para allá_. Apunté con mi mano hacia la puerta por donde había encontrado la espada días antes_.
_Creo que también necesitarás esto_. De nuevo el viejo sacó algo, esta vez, un libro gastado y con una pasta de papel amarillo. El título decía “Guía del viajero”.
_Y, ¿para que?, ¿no es suficiente el mapa?_.
_Yo también pensé que bastaba con el mapa, pero alguna información acerca de los lugares que visites no está de mas_.
_Bueno, entonces viajaré al Este_. Hice una pausa luego pregunté: _ ¿Cuánto cree que dure el viaje, Slu?, ¿unos 5 días?_.
_ ¡Claro que no, niño!, éste viaje durará a lo poco 2 semanas_.
_No puede ser, mi papá se preocupará mucho, además, no tengo tanta comida_.
_Por tu padre no te preocupes, yo hablaré con él, y en cuanto a la comida tendrás que conseguirla con tus propias manos_. Escuché, luego asentí, escondiendo mi miedo con una mirada de seguridad. _Te acortaré el trayecto_.
_Ah si, ¿Cómo?_.
_Te llevarás a Aquiles, es rápido y una amenaza contra los bandidos_.
_ ¿En serio?, ¿tu amado Aquiles?_.
_Claro, lo necesitarás mas que yo_. Luego miré al lagarto con cariño y noté que tenía algo colgando al costado, y no parecía un asiento_.
_Slu, ¿Qué es lo que lleva Aquiles colgando?_.
_Tu espada, tu espada fantasma_. Me sorprendí, sentí que me volvía adulto.
_Hay algo que no entiendo_. Acaricié las escamas de Aquiles preguntando. _ ¿Por qué se llama la Espada Fantasma?_.
_No lo se, supongo que es un nombre que les pareció interesante a los que hicieron conocer la historia, tu sabes… leyendas urbanas y costumbres locales_. Slu acarició su barba cana y dijo: _Lo que me sorprende, es que una leyenda tan ajena a éste lugar, haya llegado aquí_.
     Yo no presté mucha atención a lo último que dijo el viejo, aun cuando fui yo quien pregunté, monté entonces al animal prestado.
_No hay tiempo que perder, ésta charla ha durado mucho_. Dije.
_Una última cosa, Ryger, el camino a donde vas te dirige al valle, y pasando ese valle, las cosas no son como las conoces… me refiero, que hay cosas que desafían las leyes de la naturaleza, cosas que son imposibles_.
_Algo como… ¿magia?_.
_Tal vez, solo quiero que tengas cuidado, y siempre espera mas de lo que esté a tu alcance, no todo es lo que parece, ¿de acuerdo?_.

_De acuerdo, ¿algo mas que deba saber?_.

_Si, a Aquiles le gustan las bromas, no lo molestes y todo saldrá bien, también cada vez que quieras que avance, cachetea su cuello y te sorprenderá.
_Bueno, hasta luego anciano_.
_Cuídate Ryger_.
     Después de ese último intercambio de palabras, suspiré, aun no tenía el valor para salir de la puerta enorme sin mirar hacia atrás, observe la despistada apariencia de Aquiles, e intentando que me entendiera le hablé:
_ ¿Listo amigo?_.
      El animal solo sacó la lengua y cerró los ojos, supuse que entendió algo (con eso de que los animales sienten el propósito del corazón), en ese momento era como la hora decima, el calor iba a ser insoportable después, volví a mirar al lagarto e intenté hacer lo que dijo Slu: cachetear el cuello de Aquiles. El animal gruñó, levantó la cabeza y quien sabe como corrió a una velocidad altísima, casi me caía del lomo del lagarto pero me sujeté a su cuello. Rápidamente llegamos al bosque que quedaba fuera de la puerta de Eudora y recordé la imagen de los hombres consumidos por “la presencia fantasmal” cuando pasé por un lado del lugar donde se suscitó tal hecho. Era una sensación increíble el sentir el viento rompiéndose en mi cara, el acariciar las hojas de los robles con la punta de mis dedos y escuchar levemente el sonido de las aves tras de mi.
     Todo iba bien pero…
_ ¡Detente Aquiles! ¡Nos vamos a caer!_. Yo nunca había llegado tan lejos fuera de Eudora, y nunca me había percatado de que un enorme barranco estaba al final del bosque de bosque, lo peor es que Aquiles era muy necio, no se detenía, solo alzaba su cuello orgullosamente, luego nos encontrábamos en el borde del voladero, el animal se detenía con sus garras pero no funcionó, cerré mis ojos para intentar no ver mi muerte, y al sentir una caída de 80 grados, volví a abrirlos por curiosidad.
     Algo raro sucedió entonces: Aquiles caminaba como si nada sobre las piedras del barranco, como si la gravedad estuviera a nuestro favor. Razoné un poco y entendí lo que pasaba: Aquiles era un lagarto de montaña, tal tipo de bestia tenía una magnífica adherencia a las superficies que pisaba, no importando que la superficie no fuera horizontal, solo era cuestión de que me sostuviera fuerte del reptil para no caer, vaya que esos animales si hacen referencia a su nombre, “lagarto de montaña”, nunca salgas de casa sin uno.
     Minutos después estábamos en el suelo, Aquiles me dio un lengüetazo cuando baje de él. Me sacudí el polvo y miré en donde estaba; me encontraba pisando justo el lugar que vi cuando morí, el hermoso valle verde y lleno de vida. Me encontraba mirando el horizonte poblado por enormes pinos y frondosos árboles, que junto con  un río de fuerza intensa y el agradable olor a hierba mojada, adornaban tal hora pasada del mediodía, estaba parado en una piedra a punto de llegar a la corriente de agua, junto con Aquiles, salté piedra por piedra una fila de ellas para llegar a un extremo terrestre, lleno de  árboles también. Habiendo llegado tierra firme, monté de nuevo a la bestia y le dije cerca de lo que se supone que es su oído, que no volviera a asustarme así, el lagarto volvió a sacar la lengua, avanzamos por  la orilla del río y entre las sombras de esos gigantescos complejos de vegetación.
     Después de horas montando en el bello lugar, le propuse a Aquiles un descanso (aunque tal vez no me entendiera), yo bajé, y el lagarto se arrimó a tomar agua y atrapar algunos peces, pero no tuvo mucha suerte, atrapó solo dos,  yo comí una manzana y un pedazo de pan de mi equipaje. Aquiles me dio lastima, le arrojé la cabeza de un pescado e inmediatamente lo tragó.
     _Al menos disfrútalo_. Le hablé al animal con intenciones de no aburrirme.
Dejé que Aquiles jugara con los animales del río, mientras yo me sentaba bajo un árbol a leer la “guía del viajero”. Era un libro interesante, dividido en secciones según los puntos cardinales, cada sección tenía lugares importantes de las ciudades destacadas. Busqué en la sección del Este; la última página llevaba por título “Tierra de los Espejos”. Ese nombre comenzaba a fastidiarme, aun así leí lo que decía el libro:
La Tierra de los espejos, es un lugar extraño, situado en lo mas lejano del Este, actualmente se encuentra casi deshabitado, frío, y lleno de cristales de todos tamaños, de allí viene su nombre, además, la vegetación es igual de rara, son solo troncos de vidrio con flores de carbón dulce, es por eso que la falta de oxígeno, vuelve al lugar muy peligroso, y no solo eso, también las criaturas que se esconden entre las formaciones de cristal: Reptiles de dos metros con capacidad de camuflaje, y formaciones de cristal con vida.
     En el centro del lugar hay una colosal elevación del mismo material, el problema es llegar a la cima.  Tal elevación es llamada “El plato” pues la parte superior es magníficamente  redonda y se sostiene de una base puntiaguda. Físicamente es imposible alcanzar el tope de El Plato a excepción de viajes aéreos. Se dice que hay una construcción en lo más alto del plato, también se dice que es usado para romper maldiciones de división interna, pero hasta ahora, nada es absolutamente comprobado.
     Definitivamente, no es un lugar turístico ni aplicable para unas vacaciones en familia.
     Al terminar de leer, miré bajo el párrafo y estaba dibujada una figura, obviamente era la de “El Plato” y era exactamente como la describían. No podía imaginar como completaría mi viaje, al menos sin alas o algo con que volar.
     Me levanté y cerré el libro, le chiflé a Aquiles, rápido volteó y se acercó.
_ ¿Listo?_. Pregunté al animal y éste de nuevo sacó su lengua, entonces entendí que esa expresión era un si, o un: estoy feliz. Le mostré una sonrisa y de nuevo viajamos juntos.
     El cielo empezó a volverse dorado por el crepúsculo, y supe que era momento para buscar un refugio, la mejor opción eran los árboles, pero no estaba muy seguro. Luego de minutos, el cielo dorado se tornó azul oscuro, después se escucharon los aullidos de los lobos (si es que eran lobos).
     _Aquiles, tengo que confesarte que siento miedo_. Dije, luego Aquiles gruñó.
_ ¿Te parece si dormimos sobre un buen árbol?_. El lagarto no sacó la lengua, movió rápidamente su cuello tras haber oído un ruido en los árboles, se quedó paralizado y atento viendo hacia la vegetación.
_ ¿Qué… qué oíste?_. Yo intenté mirar entre los robles, pero, no vi nada, aun así, las habilidades humanas no se comparan con el instinto de un animal. Esperé un poco, y pude ver que salía una niebla densa de las copas de los pinos y árboles, supuse que era normal en la noche, pero recordé lo de la “presencia fantasmal” de la maldición, retrocedí rápidamente junto con Aquiles,  un segundo después tres figuras con textura de roble, con forma y tamaño de persona surgieron de los troncos. Las figuras se miraban macizas, y sostenían algo parecido a un mazo formado de ramas anchas.
     Cuando se acercaron mas, me fijé en los detalles: sus parpados estaban cerrados al igual que sus labios, pero obviamente no iba a mirar demasiado o sería lo último que hiciera.
     La niebla se expandió, y no se porque, pero no reaccioné correctamente, me quedé esperando a que me atacaran las figuras de roble, parpadeé entonces corrí un poco. Las creaturas se miraban lentas, pero al igual que yo, corrieron arrastrando su arma, Aquiles me defendió, pisoteando a un monstruo, que de inmediato se deshizo, pero aun quedaban dos. Rápidamente saqué la espada que cargaba el lagarto en su costado, la empuñé pero no estaba acostumbrado y se me cayó.
     Aquiles fue a perseguir a uno, dejándome solo y desarmado con el otro. Quise levantarme, pero el humanoide fue más rápido y me golpeó con su “mano”, yo caí al piso, y se subió sobre mi, entonces cuando iba a aplastar mi cabeza con su mazo, levanté mis piernas y lo hice volar por un momento, también cayó en el río que estaba cerca, respiré de alivio y me dirigí a buscar a la mascota.
     Encontré a Aquiles, machacando a la figura de roble. Los dos mas tranquilos, seguimos nuestro camino, aunque teníamos que pasar por donde fue el primer encuentro, justo donde tiré al monstruo al río.
     Al llegar, nos encontramos una sorpresa desagradable…
  En el sendero cerca del río (por donde íbamos primero), había otras diez figuras de madera paradas justo frente de nosotros. Lo más macabro, fue cuando noté que el hombre de roble que estaba mas cerca,  sonrió aun con su boca y ojos cerrados. Yo seguía sosteniendo la espada, y fue en ese momento en que me armé de valor y corrí para intentar acabar con la amenaza. Detrás de mí, Aquiles avanzaba a mi paso, listo para pisar a los primeros que encontrara. Entonces al mismo tiempo atacamos, blandí mi espada mientras el lagarto se levantaba en dos patas.
     Mi arma chocó con la cabeza de un humanoide al igual que las patas de Aquiles contra dos de nuestros enemigos. Me di cuenta que la espada tenía un filo impresionante, pues rebanó con gran facilidad el cuello de mi blanco.  
     Cuando vi que me sería muy difícil enfrentar a todos decidí correr por entre sus cuerpos, moviendo mi espada de lado a lado para intentar dañar a alguno. Al cruzar al otro lado, llamé a Aquiles y me siguió. Con unos reflejos que ni yo me creí, salté al lomo de la bestia para aprovechar su velocidad y perder a los “hombres rama”. Por un momento fue así, jineteando con el reptil a gran velocidad a punto de caer al río, pero desde la mañana, cuando pensé que moriría al caer de un barranco, le tuve fe a la habilidad de Aquiles.
     Sobre el cielo había una enorme y plateada luna alumbrando el estrecho camino. Pudo haber sido una hermosa noche si el desperfecto anterior no se hubiera presentado, aun así, supe que en mis ojos había una nueva emoción: valentía, y estaba que reventaba por ser estrenada, después de tantos años de sumisión. Mi mente decía mientras me agarraba de la mascota: “Desearía que papá viera esto”.
     Mi sonrisa se borró de la cara al ver mas monstruos corriendo y saltando sobre las copas de los árboles, acortando camino para alcanzarnos. Vi que uno tenía mucha decisión por saltar hacia nosotros y le grité a Aquiles para que se moviera a la izquierda, al lugar más cerca de los árboles. Cuando la creatura brincó, cayó al río.
     Al girar un poco en una curva me fije que el camino era divido por un enorme barranco, sin embargo, el largo camino del río y un puente llevaban al otro lado, obviamente nos dirigimos por el puente. Los monstruos saltaron juntos hacia nosotros, luego, tras haber llegado a tierra firme de nuevo, corté con la espada, las cuerdas que sostenían el puente, los humanoides cayeron por un profundo y oscuro vacio destinado al fin.
     Giramos para asegurarnos que todos habían caído, pero una silueta oscura parada en los robles, se dio la vuelta y desapareció entre la niebla.

Ryger Stone: La espada Fantasma: Cap. I: Vivir en Eudora.

Capítulo I: Vivir en Eudora.

        Disculpen mi mala educación, no me he presentado. Mi nombre es Ryger Stone, y siempre he vivido en este bonito lugar llamado Eudora, bajando la montaña de mármol.
     Visualmente se disfruta mucho estar en mi ciudad, pues justo al pie de la montaña, comienzan las construcciones de casas, y Eudora no es muy grande ni poblado, a lo mucho hay unas 150 casas, y mas abajo hay un muy pequeño mercado.
Probablemente, Eudora no es la ciudad mercantil pero si la intelectual, a unos metros de las tiendas había una grande y basta biblioteca, la única en las tres provincias de Fantacia, (independientemente del palacio Real).
     Vivía con mis 4 hermanos y mi Padre, un señor fuerte y grande dedicado al ganado. Obsesionado con el honor como muestra de haber sido un caballero, y para mi desgracia yo era la oveja negra de la familia, eso significaba un rotundo rechazo de parte de todos los que habitaban en mi casa. Mi papá me consideraba débil y no apto para el trabajo duro o para algún día dar la vida por Fantacia, mis hermanos eran unos brutos, pero les callaba la boca (y en ocasiones a mi padre) cuando el cobrador de impuestos quería abusar de la ignorancia de mi familia, pero como me la pasaba en la biblioteca con un sabio aprendiendo de matemáticas y literatura, le ponía un alto al cobrador. Esos eran los únicos momentos en que yo era héroe, las demás horas del día me trataban como a un tonto.
     Mi rutina diaria era levantarme temprano, correr un poco cerca de la montaña y sacar a pastar a las vacas de nuestra pequeña granja. Luego de unas horas de soledad sobre un tramo de montaña viendo el sol y los pájaros, bajaba para ir a la biblioteca a la séptima hora. Leía un poco sobre aritmética y algo de algebra o rara vez acerca de química pero obviamente lo ultimo no era mi fuerte, mi objetivo era escapar de casa a un lugar de provecho.
     Tomé un empolvado libro con el título “Aritmética media Volumen II”, lo abrí despacio, luego me espanté; una mano gastada y pálida fue puesta en mi hombro, después del susto supe de quien se trataba.
_Buenos días hijo_.
_Buenos días Slu_. Le respondí a un anciano canoso y arrugado, un poco calvo pero sonriente. Era Slu, mi “mentor”, con quien pasaba la mayor parte del día, y no solo aprendía de él, también me aconsejaba en mis asuntos familiares.
_ ¿Porque la cara larga, Ryger?, ¿volviste a discutir con tus “ton-tontos” hermanos?_. Dijo Slu con una cara burlona.
_Me alegra que pienses así de ellos, no los odio, solo siento algo negativo por ellos, y si, otra vez hubieron problemas_. Respondí sonriendo.
_ ¿Cual fue la broma de ahora?, ¿Los zapatos mojados?, ¿La cama con espinas? ¿O tu almuerzo con moscas?_.
_Hoy estropearon mi ropa, tuve que cocerla y ponerle unos parches, pero… tú sabes, la costumbre_.
_Y… ¿Qué piensas hacer al respecto?_.
_Sinceramente… no se, tal vez… esperar a que se caigan de un barranco o algo así_.
_ ¡Tu y tus ideas!_.
_Vamos Slu, sabes que soy fatalista_.
_Y tú que soy un borracho_. Slu soltó una risotada y yo no pude evitar hacer lo mismo al ver su acción, era como un adolescente arrugado, sin duda mi mejor amigo.
_Me gustaría ver como se comportan con una bestia_. Siguió Slu con una ceja levantada y una mirada intrigante.
_ ¿Que quiere decir?_. Pregunté con el libro aun entre manos.
_No se, que quizás mi mascota los visite un día_. Sonrió.
_ ¿Qué?, ¿Su lagarto de montaña?, ¿Aquiles?_. Mi cara emitió un gesto de felicidad.
_El mismo_.
_Pero es enorme, los podría matar_.
_Aquiles está bien entrenado_.
_ ¿Para arrancarles las piernas a mis hermanos?_. Dije sarcásticamente.
_No, pero si lo suficiente para meterles un buen susto_.
_ ¿Cuál es su plan?_.
_Mañana que suban a la montaña a buscar algún animal para cazar soltamos a Aquiles, se lo encontrarán y verán lo cobardes que son, ¿Qué dices?_.
_Muy bien_. Me paré cerrando el libro. _Eso les enseñara, gracias Slu_. El viejo volvió a sonreír y le di una palmada en el hombro.
     Ese día no leí, me fui al rio a ver que pescaba, la plática anterior me puso muy feliz porque por fin, una buena noticia se ponía en mi camino.
     Esos días yo era joven, tenia 17 años, media como 1.78, mi pelo me llegaba a los hombros, y tenía una marca en la espalda en forma de hoja de lila. Me senté en la arena y remojé mis pies en el rio. Todos los días en Eudora eran perfectos, pero éste se veía diferente, un poco más azul y tranquilo, quizá porque nunca mire el cielo de Eudora desde el rio, siempre era desde el techo de mi casa o la montaña.
     Horas después, cuando el sol comenzaba a caer, me dirigí a mi casa, y llevaba conmigo una bolsa con 4 peces grandes y rechonchos, todo iba bien, pero algo me distrajo; un hombre en una carreta yendo a gran velocidad sobre el mercado, se dirigía a una de las 3 puertas de Fantacia. La de Eudora, quedaba a poco menos de un kilometro del mercado de la ciudad, el hombre llevaba prisa, y como mi región era muy tranquila, ver eso me dio curiosidad, y corriendo seguí la carreta, obviamente, intentando no ser visto por el conductor.
     Alrededor de toda Fantacia había una muralla y las tres mencionadas puertas eran las únicas maneras de entrar o salir, había una puerta en cada ciudad, y fuera del reino, había un bosque, que de día era muy bonito, en momentos hasta inspirador, pero de noche, lo único que inspiraba era a mojarse en los pantalones, si, lo se, es grosero, pero estoy siendo realista. Afortunadamente, aun no anochecía.
     Se lo que han de pensar: ¿Qué tengo que andar haciendo en donde no me incumbe?, bueno, si su vida fuera igual de aburrida que la mía, probablemente buscarían experiencias nuevas como yo. En fin, salí de la gran puerta de Eudora y me escondí entre los robles, el conductor ya no iba tan rápido, avanzó un poco más y luego se detuvo, sacó algo de su cabina de equipaje y lo bajó. Cualquier cosa que fuera, estaba envuelta en cuero viejo, parecía que esperaba a alguien, ¡en efecto! Otro varón llegó en su caballo y comenzaron a hablar, yo no oía y me acerqué mas, trataba de no hacer ruido y afinar el oído.
     _Tienes que llevarla al lugar que hablamos, solo así acabará este infierno, ¡Te lo suplico!_. Dijo el hombre de la carreta, me pareció ver que estaba llorando.
_No te preocupes hermano, yo me haré cargo, pronto todo estará bien_. Siguió el segundo hombre, miré al cielo, y me di cuenta de que había anochecido. Los dos hombres subieron a sus vehículos y cabalgaron en mismas direcciones por un camino al Este, pero una niebla los cubrió, después solo escuché unos gritos desgarradores de parte de los hombres y los caballos, luego, la niebla desapareció y solo quedaron los animales tirados en el piso y las carretas, la escena fue aterradora, pero mi curiosidad me llevo a la carreta, los caballos se levantaron y salieron corriendo al Este, volteé hacia atrás y mire un bulto en la tierra, al parecer, era la cosa que el primer hombre le entregó al segundo, preferí no abrir la cubierta de cuero, pero era algo largo.
     Corrí hasta mi casa y puse el paquete entre unos troncos en la parte trasera de mi hogar, la luna resplandecía muy fuerte en el cielo, tenía sueño y un objeto que mostrarle a Slu, pero eso sería en la mañana.
     Al día siguiente, me levanté temprano, quería salir intacto de bromas familiares, me puse mi ropa de trabajo y corrí a la casa de Slu, el anciano ya estaba esperando en su patio con Aquiles amarrado a una correa. El animal era inmenso, grisáceo, cuadrúpedo, escamoso,  y como de cuatro metros de largo.
     _Bueno, ¿estas listo para el desastre?_ Dijo Slu.
_¡seguro!_. Dije.
Luego nos dirigimos a una parte de la montaña donde mis hermanos siempre buscaban animales para cazar, ellos eran muy… predecibles.
     Damián, Dositeo, Medardo y Etelvino, mis hermanos, iban juntos con sus palos y piedras, como unos cavernícolas bien vestidos caminando por la montaña, Slu, Aquiles y yo nos escondimos tras una piedra grande, entonces cuando vimos que las futuras victimas se acercaron, Slu soltó a su bestia.
      _Vamos bonito_. Dijo Slu quitándole la correa a su lagarto, y yo casi me reí, pero me tapé la boca y miré la acción como un infante hiperactivo.
      _Medardo, ¡¿Qué es eso?!_ dijo el mediano.
_ ¡Aléjate bestia!_. Siguió Damián, el mayor, acobardándose, y amenazó a Aquiles con un palo puntiagudo, pero el lagarto se levanto en dos patas y gruño_.
_ ¡CORRAN!_. Gritó Etelvino, el mas chico, (después de mi). Soltaron sus palos y piedras y avanzaron como pudieron. Aquiles también se movió y con una garra, rasgó el pantalón de Dositeo, que al instante cayó al suelo, Aquiles se detuvo. La ropa interior de Dositeo me causó mucha gracia, corriendo por la montaña sosteniéndose la manchada prenda.
     Tal vez fue mi imaginación, pero casi pude ver que Aquiles hiso una mueca que parecía risa.
     _Hijo, hace tanto tiempo que no me divierto tanto_. Dijo Slu tirado en el suelo de risa y pataleando.
_ ¿Cuándo fue la última vez que se divirtió así?_. Pregunté.
_Ayer en la taberna bebiendo y viendo a unos simplones pelearse por un trozo de pan_. El viejo rio intensamente de nuevo, su comentario en vez de darme gracia, detuvo mi risa, miré a Slu seriamente, el me miró intentando aguantar la carcajada, entonces, ya no pude mas y nos reímos juntos otra vez.
     _Con todo respeto Slu, ya esta algo grande para usar ese sarcasmo_. Dije llorando de la risa.
_Nunca se es viejo para hacerte poner esa cara de mono enojado_. Slu imitó el gesto que hice cuando me quede serio, y volvió a reír. No es que yo fuera muy feo para parecer un mono, aunque… mi barba cerrada, mi pelo largo café oscuro y uno que otro detalle, me hacían ver… no como un mono, tal vez como, un bonito perro lampiño.
     De acuerdo, exageré un poco, pero ¡ey!,  eso no era cosa para ponerme mal. Aunque parecía un hombre lobo sin pelo en las mejillas, era guapo, sinceramente.
_Slu, gracias por hacerme pasar otro momento asombroso_. Agradecí solemnemente.
_Por nada, además, una de cal por las que van de arena_.
_Slu, ayer en la noche, salí de la ciudad un poco, de echo, no pasé el valle, y… encontré algo extraño_.
_ ¿Y que es?_.
_No se, esta envuelto en cuero viejo, pero no quise abrirlo, antes, preferiría que usted viera de que se trata_.
_De acuerdo, ¿tienes tiempo para hoy en la tarde?_.
_Si, supongo, ya sabe que no hay nada de provecho en mi casa_.
_Bueno, entonces te veré en la mía_.
_Esta bien_. Terminé la conversación, Slu amarró otra vez a Aquiles y cada quien se fue a su casa.
     En cuanto llegué, estaban todos en una butaca con cara de haber visto un fantasma hablando entre ellos. En eso, papá salió de su cuarto y comenzó a gritar.
_ ¡¿Que pasó aquí?!_.
_Era enorme p-pa-papá_. Tartamudeó Dositeo, el de los pantalones rasgados.
_Si padre, casi nos mata_. Siguió Etelvino.
_A ver, explíquenme bien_. Dijo mi papá, yo trate de pasar desapercibido y entrar a mi habitación, bueno, a la habitación de todos, pero fue inútil.
_ ¡Ryger!, ¡¿tienes algo que ver con esto?!_. Vociferó mi autoridad torciendo el cuello.
_No, y no me interesa_. Dije con indiferencia, entonces mejor salí de la casa. Estaban todos tan sorprendidos, que no se dieron cuenta que no hice mis tareas, así que me dirigí a la granja a alimentar a los animales.
     Y acariciando vacas se me fue el tiempo, hasta que vi el sol en su apogeo, a mediodía regresé a casa a tomar el “objeto” en la parte trasera de mi morada, aun seguía allí, entonces, habiéndola tomado, caminé para la casa de Slu.
     Llamé a la puerta, y enseguida el hombre abrió, entré y el anfitrión me ofreció tomar asiento, había trabajado un buen rato, no tuve ningún problema con aceptar la proposición. Slu preparaba té o algo parecido, luego puso una mesa en el centro de donde estaba sentado, su casa era sofisticada, pero no había muchas riquezas en ella.
     _Entonces, ¿Qué me querías mostrar, muchacho?_. Preguntó el canoso hombre.
_Esto_. Levanté el paquete de cuero y lo puse sobre la mesa, no lo había notado, pero, el cuero era grueso, y en gran cantidad, era… extraño.
_Bueno, esto si es mas interesante que ver a dos simplones pelear_. Dijo Slu respirando hondo, y exhaló, tuvo la delicadeza de ponerse una especie de guantes, luego, sacó una navaja, y despacio, cortó el paquete de cuero.
     Nos tomó poco tiempo averiguar que era. Slu retiró toda la envoltura, y tras un sonido metálico, yacía una espada brillante y de razonable tamaño, con un diseño muy interesante en la mesa de madera.
     Parecía que la espada era de plata, y una muy fina, tanto que lucia como cristal, uno podía ver claramente su reflejo en tal herramienta, el filo era asombrosamente agudo y tenia unas marcas, por ultimo, la empuñadura tenía forma de serpiente, bajo la cola del animal estaba tallada una leyenda que decía:
“¿Como te miras ante tus Ojos?”
Para mi Amada Discordia y mi Traidor amigo Ogpel. EFE.
Yo quede muy desconcertado al ver eso tan de cerca, mis ojos se llenaron de un sentimiento muy profundo, como un deseo al verla; estaba siendo tentado. Fue tanta mi curiosidad, que decidí tocar la espada. En ese momento, sentí un escalofrío y preferí alejarme.
     _ ¿Que opina acerca de la espada?_. Pregunté.
_Esta es, sin duda, la mejor pieza de guerra que jamás haya visto, ¡¿Dónde la encontraste?!_. Slu me asustó, jamás se ponía así de tenso.
_Muchacho, ¡CONTESTA! ¡¿Dónde la encontraste?!_. Gritó el anciano.
_Un viajero la dejó en el camino, eso es todo, quise devolverle el paquete pero llevaba mucha prisa_. Mentí en ese momento.
_ ¡¿Estas seguro muchacho?!_.
_Totalmente_. Hubo una silenciosa pausa después de ser estrujado por el dueño de la casa, eso sin duda era alarmante.
_De acuerdo, te creo, pero tendrás que dejar aquí la espada hasta que te pueda decir de qué se trata exactamente_.
_Por mi esta bien, iré al rio a pescar_. Y entonces me retiré de la morada de Slu lentamente y con la cabeza abajo. Sabía que había hecho cosas malas desde que encontré la espada: Fui irresponsable y rebelde al no obedecer a mi padre con mis labores diarias en la mañana, mentí sobre lo que había pasado con mis hermanos, y volví a mentir con mi mejor amigo, acerca de cómo conseguí la espada. Me sentía sucio de alguna manera.
_Un baño es lo que necesito_. Pensé siendo optimista.
     Llevé mi ropa al rio y una  navaja, esta vez quería afeitarme (y dejar de parecer un hombre lobo). La gente pobre en ese tiempo no tenía los recursos para limpiarse en una bañera, el baño público era muy sucio y no tenia nada de privacidad,  El rio era, sin duda, la mejor opción.
     Me relajé y bañe tranquilamente, me vestí rápido para que la gente que pudiera pasar no mirara mi desnudez, pero, al afeitarme, viéndome en el reflejo del agua, noté que mi cara lucía deformada, cerré mis ojos y los volví a abrir, mi reflejo estaba normal, suspiré de alivio y me cerré un ojo a mi mismo por vanidad. Ya no parecía un mono enojado, luego el sol comenzó a esconderse.
     _ ¡Ryger! ¡Ryger, muchacho!_. Volteé para atrás y vi corriendo a Slu hacia mi tan pronto como sus articulaciones le permitían.
_ ¿Qué sucede? ¿Es algo malo o algo bueno?_. Pregunté.
_Será mejor que lo averigüemos juntos_.
_Por ahora, ¿Qué supiste de la espada?_.
_Lo único que encontré leyendo hacía referencia a otro libro, hoy buscaremos en la biblioteca subterránea; a ver que encontramos_. Terminó Slu. Me levanté de donde estaba, justo en el borde del suelo, a punto de tocar el rio. En eso, no lo pude mirar bien, pero una silueta en forma de lazo se formó desde el agua del rio, fracciones de segundo después, sentí que me apretaba por el cuello, luego que me ahogaba en el rio. Intentaba zafarme, pero era imposible, mis dedos traspasaban el agua, pero no la cortaban. Como ya era de noche, no veía nada, solo burbujas de mi propia respiración, cuando presentí que iba a ser mi último momento miré entre las burbujas, y una cara oscura, con ojos rojos como rubí me observaba atentamente, entonces, por lo terrorífico de la imagen, y la falta de oxígeno, perdí el sentido.